La Inteligencia Artificial como Aliada Frente a la Complejidad Normativa Empresarial
«Las compañías de hoy se enfrentan a un entramado de reglas solo para mantenerse operativas», señala Eric Sydell, CEO de Vero AI, una plataforma nativa de IA generativa que automatiza el cumplimiento mediante el análisis de documentos o páginas web frente a marcos específicos. «Cada vez más, se espera que las empresas cumplan con docenas, a veces cientos, de estándares. Es demasiado para que cualquiera pueda seguir el ritmo».
Sydell, quien previamente colaboró en la obra «Decoding Talent: How AI and Big Data Can Solve Your Company’s People Puzzle», aborda cómo la inteligencia artificial puede simplificar los numerosos obstáculos que las empresas deben superar.
«Solo el estándar de ciberseguridad ISO 27001 es extremadamente complejo», comenta Sydell. «Y aun así, es solo un marco entre muchos. Existen innumerables otros a nivel estatal, federal e incluso municipal». Un ejemplo es la legislación específica sobre IA en la ciudad de Nueva York, que, como explica el profesor John Hausknech de la Escuela ILR de la Universidad de Cornell, «exige pruebas por auditores independientes de las herramientas de IA para detectar posibles sesgos basados en raza/etnia y sexo», además de requisitos de transparencia para su uso en contratación y promoción.
A esto se suman las crecientes exigencias globales. Miles de nuevas leyes internacionales están surgiendo para regular el uso de la IA, un volumen capaz de abrumar al responsable de cumplimiento más meticuloso.
La IA como Herramienta de Navegación Regulatoria
La propuesta de plataformas como Vero AI es liberar a las empresas de este laberinto kafkiano de regulaciones interminables. Lo hace aplicando la IA a complejidades burocráticas que desafían la capacidad humana.
«Imagina cargar una carpeta llena de PDFs, documentos de Word, capturas de pantalla, incluso URLs. Con un solo clic, Vero AI ingiere el contenido y lo analiza bajo el prisma del marco de cumplimiento elegido. ¿ISO 27001? Hecho. ¿CCPA? Hecho. ¿Legislación emergente de la UE sobre IA? También hecho».
La idoneidad de la IA para gestionar y responder a los requisitos burocráticos es evidente. Por su naturaleza, la inteligencia artificial puede percibir patrones que ningún humano detectaría. Investigaciones como las del NYU Langone Health muestran que la IA puede detectar cáncer de pulmón con una precisión del 97%, superando a patólogos expertos, e incluso identificar mutaciones genéticas específicas analizando solo imágenes patológicas, un proceso que normalmente requiere pruebas genéticas costosas y semanas de espera. Con la IA, el proceso es instantáneo.
Más allá de analizar grandes volúmenes de datos para identificar requisitos que incluso la persona más diligente podría pasar por alto, la IA puede responder proactivamente a las solicitudes con una velocidad sobrehumana. Herramientas como Vero AI pueden actuar en nombre de las empresas agobiadas, recopilando la documentación necesaria y respondiendo a numerosas peticiones simultáneamente, no de forma autómata, sino con previsión e intencionalidad.
«Así como la Internet temprana evolucionó de páginas estáticas a experiencias dinámicas, Vero reimagina el cumplimiento como un sistema continuo e inteligente», afirma Sydell. «Mientras estás en reuniones, está ocupada siguiendo los desarrollos legislativos, tanto nacionales como internacionales. También compara tu organización con todos los estándares relevantes 24/7 para ver cómo te alineas. Incluso analiza leyes emergentes, las que aún no se han aprobado, para modelar cómo podrían afectar tus futuros requisitos de cumplimiento».
Esta proactividad recuerda cómo las firmas de ciberseguridad de vanguardia utilizan ahora la IA para pasar a la ofensiva contra los ciberdelincuentes. Empresas como Pentera lideran este enfoque, detectando amenazas de forma proactiva y respondiendo antes de que se conviertan en un problema real, proporcionando una visión actualizada de la postura de seguridad de una organización.
Volviendo a «El Proceso», Josef K. nunca descubre a sus acusadores ni su supuesto crimen. Sus intentos por comprender y solucionar su dilema son inútiles. La maquinaria burocrática lo consume. Un sombrío retrato de un hombre derrotado por la confusión que no tiene por qué ser el destino de nuestras empresas en el siglo XXI. En cambio, podemos usar la tecnología contra la propia maquinaria burocrática. ¿Y después? Volver al trabajo fundamental.
Insights de Evox News: Cómo la Automatización del Cumplimiento Normativo con IA puede impactar tu negocio
La adopción de la Inteligencia Artificial para gestionar el cumplimiento normativo presenta varias implicaciones significativas para las empresas:
Impacto Económico: La automatización de tareas de cumplimiento, que tradicionalmente consumen mucho tiempo y recursos humanos, puede generar ahorros sustanciales. Reduce la necesidad de personal dedicado exclusivamente a estas tareas, minimiza el riesgo de costosas multas por incumplimiento y acelera procesos que, de otro modo, podrían retrasar operaciones o lanzamientos de productos. La eficiencia ganada se traduce directamente en una mejora de la rentabilidad.
Ventaja Competitiva: Las empresas que implementan soluciones de IA para el cumplimiento pueden adaptarse más rápidamente a los cambiantes panoramas regulatorios, tanto locales como globales. Esta agilidad les permite operar con mayor confianza en diversos mercados y liberar recursos (tiempo, capital humano, presupuesto) para enfocarlos en áreas estratégicas como la innovación, el desarrollo de productos, la expansión del mercado o la mejora de la experiencia del cliente. Aquellas que se queden rezagadas en la adopción de estas tecnologías podrían encontrarse en desventaja, ahogadas por la carga administrativa.
* Impulso a la Innovación: Al mitigar la complejidad y el riesgo asociados al cumplimiento normativo, la IA puede fomentar una cultura empresarial más dispuesta a explorar nuevas oportunidades. La seguridad de contar con un sistema inteligente que monitoriza y gestiona las obligaciones regulatorias puede reducir la aversión al riesgo, permitiendo a las empresas experimentar con nuevas tecnologías, modelos de negocio o mercados internacionales con mayor audacia, sabiendo que el frente del cumplimiento está eficientemente cubierto