Predomina la inquietud sobre el optimismo en España frente a la inteligencia artificial
La inteligencia artificial genera más recelo e inquietud que confianza y optimismo entre la ciudadanía española. Una parte considerable de la población admite sentir temor ante esta tecnología, y son más quienes anticipan efectos negativos que positivos, especialmente en el ámbito laboral y en los sectores creativos y artísticos.
Asimismo, una mayoría considerable respalda la necesidad de regular la programación y el entrenamiento de la IA. Existe un consenso sobre la obligación de que empresas y organizaciones comuniquen cuándo emplean esta tecnología en sustitución de personas. Además, se considera un desafío primordial para la humanidad establecer normativas éticas y salvaguardas jurídicas más rigurosas para su implementación.
Estos hallazgos provienen de un estudio sociológico efectuado recientemente, basado en aproximadamente 4.000 entrevistas telefónicas a personas mayores de edad distribuidas en diversas regiones del país.
Preocupación por el uso de datos personales
Casi la totalidad de los participantes en el estudio (un 96,4%) reconoce que los avances tecnológicos están transformando la vida cotidiana. Estos progresos despiertan una mezcla de sentimientos: la incertidumbre (28,7%), el interés (27,7%) y la preocupación (18,8%) son los más mencionados, seguidos por el miedo (8,5%). En menor medida, generan optimismo (9,2%) y confianza (5,8%).
La privacidad de los datos en internet es considerada crucial por una abrumadora mayoría (93,7%). El sondeo revela una alta inquietud por el manejo de información personal por parte de compañías privadas (77%) e instituciones públicas (59,2%). De hecho, la mitad de los encuestados considera «muy probable» que sus datos se utilicen sin su permiso o con fines comerciales. Se apunta principalmente a los gobiernos (41,8%) y a las propias empresas recolectoras de datos como los máximos responsables de garantizar la protección de esta información online.
Un 92,3% de los consultados afirma haber oído hablar sobre la capacidad de las herramientas de inteligencia artificial para generar textos, imágenes, música o código de programación. Ante este tipo de tecnología, los sentimientos predominantes son nuevamente la incertidumbre, la preocupación, el miedo y el interés. El optimismo (mencionado solo por el 6,7%) y la confianza (2,7%) quedan relegados a un segundo plano.
Potencial de la IA para generar desinformación y aumentar la desigualdad
Entre los sistemas de IA más conocidos se encuentra ChatGPT, seguido a distancia por Microsoft Copilot, Gemini y Perplexity, según indica el estudio. Los datos también reflejan la incomodidad que generaría en una parte significativa de la población española someterse a una intervención quirúrgica realizada por un robot (un 34,3% la encontraría «totalmente incómoda»), viajar en un vehículo autónomo (36,6%) o interactuar con una IA en servicios de atención al cliente o información.
Aquellos familiarizados con las herramientas de IA tienden a percibir más desventajas que ventajas en su aplicación al mercado laboral y al ámbito de la creación y el arte. Por el contrario, se considera que los beneficios podrían superar a los perjuicios en sectores como la medicina y la salud, la industria o la agricultura.
Evaluando el balance general, prevalece la opinión de que la inteligencia artificial podría acarrear más perjuicios que beneficios en lo referente a la protección de los derechos individuales, la cultura, los valores sociales y el futuro de la humanidad. Una amplia mayoría cree firmemente que esta tecnología puede ser empleada para diseminar información falsa y bulos, facilitar la comisión de delitos o actos ilícitos, y exacerbar las desigualdades existentes.
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La marcada preocupación de la población española ante la inteligencia artificial presenta desafíos y oportunidades para las empresas.
Impacto Económico
La desconfianza generalizada podría ralentizar la adopción de soluciones de IA, limitando potenciales ganancias de productividad y eficiencia. Las empresas que dependen de la aceptación del consumidor para productos o servicios basados en IA podrían enfrentar resistencia en el mercado. Será crucial invertir en generar confianza y en comunicar claramente los beneficios y salvaguardas.
Ventaja Competitiva
Aquellas organizaciones que aborden proactivamente las inquietudes sobre ética, privacidad, transparencia y el impacto laboral de la IA, podrían diferenciarse significativamente. Construir una reputación como usuario responsable de IA puede convertirse en un activo valioso para atraer y retener talento y clientes.
Impulso a la Innovación
El escepticismo público puede actuar como catalizador para innovar en el desarrollo de una IA más centrada en el ser humano, explicable y segura. Podría fomentarse el desarrollo de tecnologías que aumenten las capacidades humanas en lugar de reemplazarlas directamente, y la presión regulatoria incentivará la creación de soluciones robustas en materia de cumplimiento y seguridad