¿Cómo pueden las escuelas europeas innovar bajo el Reglamento de IA de la UE?

¿Cómo pueden las escuelas europeas innovar bajo el Reglamento de IA de la UE?

Evox News
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79 min de lectura

El Acta de Inteligencia Artificial de la UE y su impacto en las escuelas de Europa

La inteligencia artificial (IA) está transformando las aulas de todo el mundo, pero ¿cómo están adaptándose las escuelas en Europa a la normativa de la UE sobre Inteligencia Artificial? Un reciente foro reunió a líderes educativos para abordar este desafío. Sus discusiones, seguidas por educadores全球, exploraron la adopción de IA, cómo liderar el cambio, cómo adaptarse y cómo preparar las escuelas para un futuro que parece muy diferente al presente.

La normativa de la UE sobre Inteligencia Artificial

A partir de junio de 2025, las disposiciones clave ya están vigentes, con la mayoría de las obligaciones entrando en vigor en agosto de 2026. Su objetivo es garantizar que los sistemas de IA sean seguros, equitativos y transparentes. La normativa clasifica la IA por niveles de riesgo. Las herramientas que suponen una amenaza no aceptable para los derechos o la seguridad están prohibidas. Los sistemas de alto riesgo deben cumplir con criterios estrictos en torno a la transparencia, el gobierno de datos, la supervisión humana y la seguridad. Incluso los sistemas considerados de bajo riesgo deben cumplir con nuevas reglas de transparencia.

Los stakes son altos. Las multas por incumplimiento pueden alcanzar los 35 millones de euros o el 7% del volumen de negocio global. Las reglas se aplican a cualquier proveedor o usuario cuyos sistemas lleguen a los usuarios de la UE, independientemente de dónde se encuentre la empresa.

La normativa ha generado debate, especialmente en Estados Unidos, donde las empresas y los políticos han expresado preocupaciones sobre la competitividad, la innovación y la transparencia de datos. Se habla de un posible exceso regulatorio.

Entonces, ¿cómo deben responder las escuelas de la UE? ¿Cómo pueden avanzar de manera que cumplan con este nuevo estándar, manteniendo a los estudiantes y el aprendizaje en el centro?

Esa fue precisamente la pregunta que exploró el foro.

Comenzando con Urgencia

Como anfitrión del evento, comencé con un llamado a la acción. Trabajando estratégicamente con escuelas a nivel global y con algunos gobiernos en la adopción de IA, expliqué los desarrollos globales actuales relacionados con la IA y subrayé la necesidad de adoptar una mentalidad innovadora para progresar con esperanza.

Invité a los educadores presentes a liderar con propósito, pero también reconocí que el cambio es emocional. Es agotador. Y no todos se sienten preparados. Los líderes no pueden ignorar esto. Deben apoyar a sus equipos con empatía, no solo con planes. Si construimos confianza, construiremos impulso.

No se trata solo de agregar tecnología a lo que ya hacemos o saltar precipitadamente a nuevas tendencias.

Desglose de la normativa de IA en la educación

El siguiente ponente fue Matthew Wemyss, autor de «AI in Education: An EU AI Act Guide» y una figura destacada en la aplicación de la normativa de la UE en las escuelas. Su sesión fue una introducción práctica sobre cómo las escuelas pueden comenzar a implementar la normativa de la UE. Explicó que la normativa no trata a toda la IA de la misma manera. Algunas herramientas de IA presentan un riesgo mínimo o limitado. Los sistemas de IA utilizados para determinar el acceso de los estudiantes a programas educativos, evaluar resultados de aprendizaje, evaluar niveles educativos apropiados o monitorear el comportamiento de los estudiantes durante los exámenes se consideran de alto riesgo y se someten a reglas más estrictas.

Wemyss fue claro: el cumplimiento no es opcional. Pero la normativa no solo se trata de evitar multas. Es un marco para apoyar el uso responsable y transparente de la IA en la educación.

Su mensaje se centró en tres acciones clave: evaluar, revisar y cumplir. Las escuelas deben comenzar por auditar qué IA ya está en uso. Esto implica conocer qué herramientas se están utilizando, qué hacen en realidad y quién es responsable de ellas. Esto incluye no solo plataformas formales, sino también herramientas con funciones integradas de IA utilizadas informalmente por el personal.

Desde ahí, Wemyss animó a las escuelas a examinar cómo se están utilizando esas herramientas. ¿Son las decisiones equitativas? ¿Son explicables los resultados? ¿Se involucra el juicio humano? Las escuelas no deben aceptar las declaraciones de los proveedores como verdades. Si una herramienta de IA afecta el aprendizaje de los estudiantes o su acceso, los líderes deben entender cómo funciona. Si los proveedores no son conformes, la escuela enfrenta riesgos de cumplimiento como usuarios.

El cumplimiento, explicó, no es una lista de tareas. Se trata de construir sistemas que sean éticos, seguros y adecuados al contexto de cada escuela. Lo que es necesario en un entorno puede no aplicar en otro. Incluso al utilizar sistemas de terceros, las escuelas remain responsables como usuarios. «Hagan preguntas difíciles», dijo. «Exijan la documentación clara sobre las medidas de cumplimiento».

También instó a las escuelas a designar a alguien que pueda liderar la gobernanza de la IA. No solo alguien técnico, sino alguien que comprenda la dimensión ética y pueda traducir la regulación en la práctica diaria.

El mensaje final de Wemyss fue práctico: comiencen ahora, pero comiencen inteligentemente. «No necesitan resolver todo al mismo tiempo», dijo. «Pero sí necesitan saber con qué están trabajando». Las escuelas deberían aspirar a cumplir con la normativa para agosto de 2026. Dejarlo para más tarde puede suponer decisiones apresuradas y riesgos pasados por alto.

Estrategia sobre Hype

La siguiente ponente fue Philippa Wraithmell, autora y consultora educativa. Ella ha trabajado con escuelas desde Dubái hasta Dublín, ayudándolas a utilizar herramientas digitales con propósito. Su mensaje principal es no confundir actividad con estrategia.

La IA no es útil solo porque existe. Es útil cuando está ligada a un objetivo. Wraithmell mostró cómo algunas escuelas están haciéndolo bien. No solo están usando la IA para acelerar la corrección de exámenes. Están usando la IA para personalizar el apoyo, para elaborar mejores planes de lecciones y para dar a los maestros insights reales sobre cómo aprenden los estudiantes.

Pero nada de esto ocurre por accidente. Se necesita planificación. Se necesita capacitación. Se necesita confianza. Wraithmell subrayó que la confianza debe comenzar con los maestros. Si ellos no se sienten seguros, la tecnología no funcionará. Por eso recomienda comenzar pequeño. Pilotos. Coaching. Tiempo para reflexionar. Y, siempre, espacio para que los maestros y los estudiantes construyan juntos.

Una de las recomendaciones más prácticas que compartió fue una matriz de decisiones sencilla. Para cada idea de IA, las escuelas deben preguntarse: ¿esto apoya los objetivos de aprendizaje? ¿Los datos son seguros? ¿Los maestros se sienten confiados usando esta herramienta? Si no se cumplen los tres requisitos, es mejor esperar.

Su punto más fuerte llegó al final. «Si su estrategia de IA no incluye a toda la comunidad escolar», dijo, «entonces no es una estrategia en realidad».

Gobierno Informado

El último ponente fue Al Kingsley, MBE, quien ha trabajado en la dirección educativa durante décadas, tanto en tecnología como en las escuelas, y es autor prolífico. Él habló sobre el gobierno escolar, una parte de la dirección que demasiadas veces se queda en el fondo.

Kingsley explicó que las escuelas no solo necesitan liderazgo. Necesitan estructuras que apoyen buenas decisiones. ¿Quién aprueba nuevas herramientas? ¿Quién monitorea su impacto? ¿Quién se asegura de que las políticas estén actualizadas?

Presentó un modelo de madurez que los consejos pueden usar para evaluar su preparación. ¿Son pasivos? ¿Reactivos? ¿Estratégicos? La mayoría se sitúa en algún punto intermedio. Kingsley los desafió a avanzar. Les recordó que si las personas que toman decisiones no comprenden la IA, terminarán dejando que otros decidan por ellos.

Instó a una capacitación continua. Los líderes y los consejos necesitan tiempo y espacio para aprender. De lo contrario, la escuela avanzará con un punto ciego digital.

También subrayó la necesidad de involucrar a los padres en la conversación. Las familias buscan tranquilidad. Quieren saber cómo se está usando la IA y por qué. Kingsley dijo que las escuelas deben estar preparadas para explicarlo, no con jerga, sino con claridad, con ejemplos y con honestidad.

Mentalidad sobre Herramientas

Lo que unió toda la sesión no fue una sola respuesta. Fue una mentalidad. La IA está aquí. Pero si se convertirá en una herramienta para el cambio o una fuente de confusión dependerá de cómo respondan las escuelas.

No es el momento para que la educación se centre en hacer preguntas mejores. ¿Qué necesitan nuestros estudiantes? ¿Qué necesitan nuestros maestros? ¿Cómo queremos que se sienta el aprendizaje?

Las escuelas que prosperarán no serán las que avancen más rápido. Serán las que avancen con propósito.

Esto significa establecer objetivos antes de descargar herramientas. Significa escuchar a los maestros antes de写ar políticas. Y significa ser honestos sobre qué funciona y qué no.

Entonces, ¿qué hacer ahora?

Utilicen lo que tienen. Aprenda lo que no saben. Inviten a toda su comunidad.

Y háganlo todo como si el futuro dependiera de ello.

Porque de hecho, así es.


Insights de Evox News: Cómo la normativa de IA de la UE puede impactar tu negocio

La normativa de la UE sobre Inteligencia Artificial introduce un marco regulatorio que las empresas deben considerar cuidadosamente. Para las organizaciones, especialmente aquellas que operan en Europa o que tienen usuarios en la región, el cumplimiento no solo evita multas, sino que también abre oportunidades para fortalecer la confianza de los clientes y stakeholders. Las empresas que adopten IA de manera responsable y transparente podrán ganar ventaja competitiva al demostrar un compromiso con la ética y la innovación. Además, al involucrar a toda la comunidad, como sugieren las recomendaciones para las escuelas, las empresas pueden fomentar un entorno de aprendizaje continuo y adaptación tecnológica, clave para la sostenibilidad a largo plazo

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