El Banco Central de Brasil Intensifica la Lucha Contra la Inflación en un Contexto Desafiante
El Comité de Política Monetaria (Copom) eleva la tasa Selic a 13,25% y anticipa nuevas subidas
En su primera reunión bajo la presidencia de Gabriel Galípolo, designado por el presidente Lula, el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central de Brasil (Bacen) subrayó, en el acta de su última reunión de finales de enero, el complejo panorama que plantea el actual proceso inflacionario para la conducción de la política monetaria. La inflación en 2024, medida por el IPCA, se ubicó en 4,8%, superando el límite superior del rango de tolerancia de ±1,5 puntos porcentuales en torno al objetivo del 3%. Las proyecciones del mercado, recopiladas por el Bacen, indican que la inflación será aún mayor este año, alcanzando un 5,5%, y que disminuirá solo gradualmente en los años posteriores, sin converger al centro del objetivo hasta 2028.
El Copom incrementó la tasa básica de interés de la economía (la tasa Selic) en un punto porcentual, situándola en 13,25% anual. Este ajuste, sin embargo, ya había sido anticipado en la reunión de diciembre, aún bajo la presidencia de Roberto Campos Neto, quien también señaló un nuevo aumento de 1 punto porcentual para la reunión de marzo, orientación que fue ratificada en el acta de la reunión de enero. No obstante, el Copom no ofreció indicaciones adicionales sobre la política monetaria más allá de ese horizonte.
Tasas de Interés Reales en Niveles Elevados Reflejan la Preocupación por la Inflación
Las tasas de interés de mercado incorporan expectativas de una tasa Selic del 15% anual a finales de 2025, con una leve disminución en los años siguientes. La tasa de interés real esperada para el horizonte de un año (calculada como la diferencia entre las expectativas de interés e inflación) se aproximó al 10% anual, superando los máximos alcanzados en los dos ciclos anteriores de alzas de tasas (2015-16 y 2021, en torno al 8% anual). En el horizonte de 10 años, la tasa real a la que se negocian los bonos del gobierno indexados a la inflación llegó al 7,8% anual (en agosto del año pasado, esta tasa era del 6,0% anual). En términos nominales, la tasa a largo plazo en enero fue del 15% anual (11,5% anual en agosto de 2023).
Presiones Inflacionarias Generalizadas, con Impacto de la Sequía, la Devaluación del Real y la Demanda Interna
La inflación en el segundo semestre de 2024 mostró una tendencia ascendente, influenciada, entre otros factores, por el incremento de los precios de los alimentos, inicialmente como consecuencia de la prolongada sequía y, más recientemente, por la devaluación del real. La inflación en el rubro «alimentación a domicilio» fue del 8,2% el año pasado, destacándose el aumento del 21% en los precios de la «carne». A pesar de los efectos temporales relacionados con las condiciones climáticas, las presiones inflacionarias han sido generalizadas. El promedio de las medidas de inflación subyacente muestra una variación más moderada que la del índice general, de 4,3% en lo que va del año, pero la variación trimestral anualizada promedio en el último trimestre alcanzó el 5,3%, un punto porcentual más que al cierre de 2023. La inflación de servicios, especialmente su componente subyacente que excluye los elementos más volátiles, llegó al 5,9% el año pasado. La inflación no fue mayor debido a que los precios regulados, en particular los de la electricidad, experimentaron un alivio a finales de año gracias al regreso de las lluvias.
Banco Central de Brasil. Foto: AFP
Depreciación Cambiaria y Fuerte Demanda Agregada Contribuyen a la Presión Inflacionaria
Entre los factores que han impulsado la inflación, la depreciación del tipo de cambio, que alcanzó el 27% el año pasado, ha tenido un impacto considerable. La inflación de los bienes industriales, por ejemplo, fue del 2,9% en el año (1,1% en 2023), pero en el último trimestre, la variación desestacionalizada y anualizada registró un aumento del 4,5%. Esta creciente transmisión de la devaluación del tipo de cambio refleja, evidentemente, la fortaleza de la demanda agregada, tanto en términos de consumo como de inversión.
Mercado Laboral Favorable, Expansión del Crédito y Transferencias Gubernamentales Impulsan el Consumo
En el caso del consumo, la situación favorable del mercado laboral (con tasas de desempleo en los niveles más bajos de la serie histórica y un crecimiento del 2,8% del empleo y del 4,3% del ingreso real promedio), la expansión del crédito y el aumento de las transferencias gubernamentales a las familias se conjugaron para impulsar significativamente las ventas en el comercio y los servicios. La formación bruta de capital fijo aumentó un 10,8% en el tercer trimestre, elevando la tasa de inversión al 17,6% del PIB, 1,2 puntos porcentuales por encima del mismo período de 2023, lo que refleja las inversiones en el sector agrícola y la modernización de las plantas industriales, además de la reactivación de las inversiones en infraestructura.
Déficit en Cuenta Corriente se Amplía y se Anticipa una Desaceleración Económica
Si bien esta incipiente reactivación de las inversiones es positiva, es necesario moderar la presión que la creciente demanda ejerce sobre la inflación y la balanza comercial. El déficit en cuenta corriente de 2024 fue de 56.000 millones de dólares (2,6% del PIB), en comparación con los 24.500 millones de dólares (1,1% del PIB) de 2023. Las importaciones de bienes crecieron un 8,8% en el año, mientras que las exportaciones disminuyeron un 1,3%. Los últimos indicadores sugieren que ya se está produciendo una desaceleración económica (la producción industrial en el último trimestre de 2024 cayó un 0,1% respecto al tercer trimestre, cuando el crecimiento de la producción fue del 1,2%), pero, dado el desanclaje de las expectativas, el esfuerzo monetario para reducir la inflación de manera que converja, de forma creíble, hacia el objetivo, deberá ser considerable.
El Banco Central Advierte sobre el Impacto de la Percepción del Régimen Fiscal en las Expectativas
En particular, el Banco Central señaló en el acta de la reunión de enero que «la percepción de los agentes económicos sobre el régimen fiscal y la sostenibilidad de la deuda siguió teniendo un impacto significativo en los precios de los activos y las expectativas». Hay indicios de que el expansionismo fiscal vigente desde hace casi dos años, desde mediados de 2022, ha perdido intensidad desde mediados del año pasado. Sin embargo, desde el punto de vista de la magnitud de los resultados primarios (déficit de 0,4% del PIB en 2024 y previsiones de déficit de 0,7% del PIB en 2025 y 0,6% del PIB en 2026, según la encuesta Prisma Fiscal, de la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Hacienda), la dinámica de la deuda pública en relación con el PIB tiende a empeorar debido al aumento de la tasa de interés real para combatir la inflación y el menor crecimiento.
Riesgo de Combinación Perversa: Desaceleración Económica con Inflación Persistente
Las proyecciones del PIB para 2025 apuntan a un crecimiento del 2,0%, un resultado en parte engañoso, ya que refleja casi en su totalidad el efecto de arrastre heredado de 2024 y una fuerte expansión del sector agrícola. Incluso existe una alta probabilidad de que la economía experimente una recesión en la segunda mitad de este año, como consecuencia de la intensidad del ajuste monetario. Se configuraría así una combinación perversa en la que la actividad tendería a desacelerarse mientras la inflación se mantendría elevada, lo que podría llevar al gobierno a adoptar medidas en la dirección contraria a la deseable, flexibilizando la política fiscal como una forma de preservar su popularidad. Este es un riesgo que debe evitarse, manteniendo el compromiso con la austeridad fiscal y la sostenibilidad de la deuda pública.
Insights de Evox News: Cómo la Lucha contra la Inflación en Brasil Puede Impactar tu Negocio
La actual situación económica en Brasil, marcada por una inflación persistente y una política monetaria restrictiva, presenta tanto desafíos como oportunidades para las empresas.
Costos de Financiamiento: El aumento de la tasa Selic encarece el crédito, lo que puede afectar los planes de inversión y expansión de las empresas. Es crucial evaluar cuidadosamente las opciones de financiamiento y buscar alternativas más eficientes.
Presión sobre los Márgenes: La inflación elevada, combinada con la posible desaceleración económica, puede comprimir los márgenes de ganancia. Las empresas deben ser estratégicas en la gestión de costos y precios, buscando eficiencias operativas y evaluando la elasticidad de la demanda de sus productos o servicios.
Competitividad: La devaluación del real, si bien puede favorecer a las empresas exportadoras, también encarece los insumos importados. Es fundamental analizar el impacto de la fluctuación cambiaria en la estructura de costos y en la competitividad de la empresa.
Oportunidades de Inversión: A pesar de los desafíos, la reactivación de las inversiones en sectores como el agrícola y la infraestructura puede generar oportunidades para empresas proveedoras de bienes y servicios relacionados.
Innovación y Eficiencia: La coyuntura actual exige a las empresas ser más innovadoras y eficientes para mantener su competitividad. La adopción de nuevas tecnologías, la optimización de procesos y la búsqueda de nuevos mercados pueden ser claves para superar los desafíos.
Riesgo Político-Económico: El riesgo de que el gobierno adopte medidas de flexibilización fiscal para contrarrestar la desaceleración económica podría generar incertidumbre y volatilidad en el mercado. Las empresas deben monitorear de cerca el entorno político-económico y adaptar sus estrategias en consecuencia.
* Ventaja Competitiva: La situación podría beneficiar a empresas con sólidos balances financieros y capacidad de adaptación. Aquellas que logren gestionar eficientemente sus costos, mantener la innovación y adaptarse rápidamente a los cambios del mercado podrían ganar una ventaja competitiva significativa